martes, 11 de febrero de 2025

 

Después de tantas palabras que agitaban la noche, comprendí que contemplando la luna de febrero podía dejarme llevar hacia ese estado anterior al sueño, en el que las ideas se esfuman mientras algunas visiones resplandecen más claras, a salvo de la confusión del día. Impávida pero contenedora, amenazante a veces, la luz plateada se refleja en algunos rostros cuando piensan en cuidar a alguien y protegerlo de todo mal, que esté a su alcance.

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