viernes, 23 de diciembre de 2022

 Siempre me gustaron los aviones. Cuando éramos chicos, un plan excelente de fin de semana era ir a verlos despegar al aeropuerto y así pasábamos la tarde. 

 El martes 20 de diciembre a la medianoche, me preparé para ver la llegada a Ezeiza de la Scaloneta por televisión. Y fue así como iba siguiendo en la pantalla la imagen del avioncito que señalaba su posición geográfica. Lo visualizaba entonces llegando desde el Atlántico al continente americano, pasando por Misiones, atravesando Uruguay y por último cruzando el Río de la Plata. Mi expectativa era cada vez mayor a medida que el avión se acercaba. La tele, a veces con el volumen bajo y otras en silencio, acompañaba en mitad de la noche. La ventana abierta al cielo de verano, casi sin nubes. Iba haciendo zapping, buscando las mejores imágenes para ver el descenso de los jugadores. Escucho entonces que el avión tenía autorización para volar bajo sobre la avenida 9 de julio, a manera de agradecimiento para las personas concentradas en el Obelisco. ¡No les digo mi emoción! Fui corriendo hacia la ventana y ahí estaba, llegando a Buenos Aires, con un brillo de lucecitas que se prendían y apagaban.  Y así fue como se materializó esa imagen. Y mi alegría fue total. La misma que les deseo a ustedes en estos días de Navidad. 





lunes, 3 de octubre de 2022

 Estoy descubriendo algo (un poco tarde tal vez): a no pedirle demasiado a los días. A no pedirle demasiado a las personas. A no pedirme demasiado a mí misma. No es ser conformista. Es convivir con errores, cosas que a lo mejor no salen del todo cómo esperábamos, personas que tienen comportamientos que no nos gustan del todo. Los días que no son todos esplendorosos, pero sin embargo se dejan vivir, con luminosidades atrayentes, como las personas, como nosotros mismos. No somos perfectos, nada es perfecto. Asimilarlo nos trae mucha paz.

lunes, 29 de agosto de 2022

 Mi gatita Juani maúlla protestando porque el sol aún no llega a la habitación. Busco entonces qué ventana poder abrirle para que se entibie, ojalá todos nuestros deseos fueran así de simples.

sábado, 27 de agosto de 2022

 Nunca lo había pensado pero dar clase es a veces como meterse en el mar. Primero lo mirás de lejos con muy pocas ganas: hace frío, hay viento, decís. A continuación te vas acercando y de a poquito te mojás los pies y confirmás tu hipótesis: está helada. Seguís avanzando. Ya el agua te llega a los muslos y la cintura.  Es el momento crítico pero no tenés vuelta atrás. Te zambullís entonces y después del shock inicial descubrís que está hermosa. Salís revitalizada, con la energía renovada y libre de los pajaritos de tu cabeza, al menos por un rato.

sábado, 20 de agosto de 2022

 En la plataforma Netflix, salió en estos días una serie surcoreana: Woo, una abogada extraordinaria. En ella se cuenta la vida de Woo, una joven profesional con Trastorno del Espectro Autista. Ella tiene una memoria increíble, y una inteligencia fuera de lo común, pero tiene serios problemas de socialización. Más allá de la profundidad con la que está tratado argumentativamente cada episodio, lo que trasciende a la serie es la lectura poética sobre las capacidades de Woo y el modo de interactuar con su entorno desde una mirada muy tierna, en donde sus cualidades son valoradas desde la comprensión y su integración en los distintos ámbitos, permitiendo así que afloren sus talentos. En tiempos en donde las personas diferentes son vistas mayormente como objeto de burla e incluso peligrosas, creo que esta serie nos permite reflexionar sobre su condición con una mirada profundamente amorosa. 


lunes, 18 de julio de 2022

Las madrugadas terminaban con tazones de café con leche. La música suave nos adormecía y por donde miráramos nos sobraba vida.

lunes, 11 de julio de 2022

 Creo que las herramientas virtuales en la pandemia fueron fundamentales, pero en mi caso particular, necesito poner el cuerpo en acto, en la vida. Necesito la presencia del otrx. 

viernes, 8 de julio de 2022

 Mamá no es una persona particularmente optimista. Más bien todo lo contrario. Sin embargo, a medida que va avanzando julio, en medio de sus conversaciones, año tras año desliza una tímida frase: "lo bueno es que ahora los días ya empiezan a ser más largos", y cita entonces a su madre y a mi papá, que sabían encontrar también la promesa de la primavera en el aire. Escucharla siempre me reconforta. "Un minuto por día" decía mi papá, un minuto más de luz. Socios en la esperanza de la pequeña alegría cotidiana.

miércoles, 15 de junio de 2022

 Mientras que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires distrae la atención de los temas importantes, derivándola hacia otros, como es el uso del lenguaje inclusivo, lxs docentes seguimos padeciendo injusticias, en este caso graves, y provenientes del sistema de salud. Estoy cursando un cuadro respiratorio hace una semana, me hisopé y me dio negativo, pero como los síntomas respiratorios persisten, fundamentalmente la tos, fui al UNICO Sanatorio que tengo disponible según la Obra Social del Gobierno de la Ciudad, lo hice anoche porque me tuve que retirar de un aula, debido al ataque de tos que tuve y esperaba que al menos me viera un médicx para hacerme una placa de tórax. Cuando llego al Sanatorio, me informan que lamentablemente no había médicx disponible en la GUARDIA para atenderme, y que tenía que presentarme al día siguiente a las 7:00 am, y que había al menos tres horas de demora. Ese es el Sistema de Salud que nos ofrecen. Sigan sin ocuparse de lo que realmente importa y llevando la atención hacia donde les conviene.

martes, 14 de junio de 2022

 Hoy desperté con la sensación de lo increíble que es que vivamos inmersos en nuestra cotidianeidad sin recordar que estamos en un mundo mágico. Pensemos en que, si el núcleo del átomo tuviera el tamaño de una cabeza de alfiler (es infinitamente menor), los electrones estarían moviéndose a su alrededor en un diámetro de por lo menos un kilómetro. ¡Estamos hechos de espacio vacío fundamentalmente, entonces! Si a eso le sumamos que lo que percibimos de la realidad son las señales que pueden decodificar nuestros órganos sensoriales, de acuerdo a su anatomía y fisiología y que, por ejemplo, si tuvieran otra estructura, como en otros animales o incluso las plantas, registraríamos otras señales. Por ejemplo, si fuéramos abejas, nuestra vista nos permitiría registrar señales que nos conducirían al interior de las flores para hacer la polinización; los delfines, los gatos, cada animal tiene su mundo sensorial característico...

Vivimos en mundo hecho de vacío prácticamente, somos prácticamente vacío con nuestros órganos sensoriales reconstruyendo la realidad en nuestro cerebro...¿En serio creemos que eso es lo único real?

martes, 31 de mayo de 2022

 La abuela Esperanza solía decir: "el Ángel nació en el mes de los zapallos". Y así era, casi cayéndose del calendario, un día como hoy, había nacido mi papá. El del casco amarillo y la Gilera, con la que salía a pasear los sábados a la mañana y al que saludaban de lejos gritándole.."Vascooo!! El que me sigue acompañando con su sonrisa mínima y sus manos fuertes con manchas de grasa, de tanto desarmar motores y un ramito de malvones rojos, de los que hay en el patio de casa, en el corazón.

lunes, 23 de mayo de 2022

 ¿Qué hay detrás de un diagnóstico en salud mental? Un diagnóstico es una palabra, nos guste o no, es una etiqueta que les sirve a los psiquiatras para medicar a sus pacientes con mayor seguridad. La psiquiatría no es una disciplina que pueda regirse por absolutismos, como índices de glucemia, de hipertensión u otros. Un hueso puede fracturarse y se ve claramente en una radiografía. ¿Pero qué pasa cuando lo que se fractura es el alma? ¿Qué sucede? ¿Cómo se cura? La pregunta tal vez sería...se cura? ¿Cuál es el tratamiento? ¿De ahí en más la persona es "el enfermo"? ¿La sociedad está dividida entre enfermos y sanos, en lo que hace a salud mental? No tengo respuestas, la verdad es que me interesa formular y compartir preguntas. Lo que sé es que la sociedad actual nos embate cotidianamente cada vez con mayor violencia y que hay personas que tienen menores posibilidades para resistirla, por causas tan distintas que sería imposible enumerarlas. Muchas veces se esconden porque se avergüenzan de su condición de distintos, son marginados de sus trabajos e incluso a veces de sus familias. Necesitan tener acceso a la medicación adecuada (poder pagarla en muchos casos), y necesitan también la contención afectiva para poder salir adelante. Cuando ocurre en la sociedad un episodio de violencia escandaloso causado por un paciente que se desbordó, ese suceso salpica a todos los que trabajan día a día en pro de mantener su estabilidad. Hay tanto para hablar, para aprender a pensar, para entender....


sábado, 21 de mayo de 2022


 Plaza 25 de agosto-Villa Ortúzar.

 Los niños viven a su modo en un universo mágico. Recuerdo como un sueño un juego muy extraño, que yo había creado. Había un rinconcito del patio de la escuela que era de tierra, con una lomita, en un rincón contra la pared. Ahí me ubicaba con dos amiguitas. Y a cierta distancia, en diagonal, se disponían tres nenas más. En cierto momento, yo, que era el sol, empezaba a descender solemnemente, con los abrazos abiertos, con mis dos compañeritas a los costados.  Y por el otro lado empezaba a avanzar la niña-luna, con sus dos escoltas, también con los brazos abiertos, hacia mí. No sé bien qué sucedía después en ese juego misterioso de algunos recreos, en donde el sol y la luna se veneraban mutuamente bajo el cielo infantil. Sus imágenes vuelven a mí como un enigma, uno de tantos que guardamos en lo profundo del alma, sin que los podamos comprender del todo y que por eso son más hermosos.

viernes, 20 de mayo de 2022

 De más está analizar las características de la sociedad actual. Los distintos tipos de estrés y trastornos de ansiedad, las depresiones, los ataques de pánico, el trastorno bipolar y otros, son solamente algunas de las manifestaciones de nuestros padecimientos, de los nuestros, de los de nuestros seres queridos y los de muchísimas personas. En tiempos tan difíciles como los que vivimos se han potenciado. Tal es así que al siglo XXI se lo considera como el siglo de las enfermedades del sistema nervioso.

Tengamos una mirada empática sobre aquéllos/as que las padecen y sobre todo, no estigmaticemos. Aprendamos a acompañar. Muchas de ellas se sufren en silencio, día a día, sin que nadie, o solamente unos pocos/as, se den cuenta. En un tiempo en donde afortunadamente estamos evolucionando para dejar de discriminar y abrazar las diferencias de identidades, de todo tipo, todavía no hemos empezado a recorrer el camino en lo que hace a salud mental.

No sólo en la medicación están las respuestas. Hay un rostro detrás de cada diagnóstico, la psiquiatría, la psicología pueden complementarse para ayudar al paciente a sobrellevar sus circunstancias, transitorias, crónicas a veces, pero podríamos preguntarnos si ellos/as no son a veces emergentes de una sociedad enferma.

domingo, 8 de mayo de 2022

 Apenas empezó la pandemia, intelectuales de gran prestigio de todo el mundo aventuraron el fin del capitalismo. Mientras nosotros permanecíamos en nuestros hogares, buscando nuevas formas virtuales de comunicarnos y de ocupar nuestro tiempo, trabajando e incluso educando desde allí, por las noches aplaudíamos al personal de salud, mientras el gobierno y la oposición se sentaban a hablar en los medios, conciliando medidas que nos protegieran, desde esos mismos medios que día a día nos aterraban con sus macabras noticias. Mirábamos ilusionados videos de manadas de animales que caminaban por las calles deshabitadas, y en secreto, pero muy en secreto, soñábamos que ese tiempo terrible era el preámbulo de uno mejor. 

Hace dos años de esto. Me pregunto qué dejo toda esta experiencia en nosotros y en el mundo que nos rodea. El capitalismo es tan salvaje como antes y ante nuestra estupefacción, se disputa una nueva guerra, en estos tiempos en los que los más ingenuos imaginábamos que serían de paz e igualdad. El corazón del ser humano es misterioso. Me pregunto si en este mundo atomizado, podremos, desde nuestras individualidades maltrechas, construir puentes provisorios de hermandad, aunque sea muy pequeños, pequeños puentes desde donde resistir. Tal vez la tragedia de la pandemia no haya bastado para cuestionar y tratar de reparar las desigualdades del sistema, pero me pregunto si habrá modificado algo dentro nuestro, un punto de inflexión desde el cual no podamos volver atrás.

sábado, 23 de abril de 2022

Una vez, cuando iba a la escuela primaria, nos dieron una planilla para completar con los datos familiares. Ya se sabe, nombres, edades, hasta ahí todo bien. El problema surgía cuando tenía que completar las ocupaciones. El caso de mi mamá era fácil: maestra; pero cuando le preguntaba a mi papá, me decía con una sonrisa tímida: obrero. Yo me impacientaba entonces. No podía escribir "obrero". Los padres de mis compañeritos eran comerciantes, médicos, abogados, bancarios, era inadmisible que yo escribiera "obrero". Después de darle vueltas un buen rato al asunto, me decidía por una expresión poco convincente y sobre todo imprecisa: "empleado nacional". Mientras lo hacía, creo que mi papá me seguía mirando con su sonrisa buena, como lo debe hacer ahora, cuando recuerdo esa historia y mis pequeñas ínfulas de entonces.

 Ese mediodía fue distinto. Sentada en una de las callecitas de la plaza, con la tibieza del sol en mi espalda, niños y pájaros, perros y paseantes y las hojas de otoño en su incesante planear, se integraban en un escenario cósmico en un instante sin tiempo, como hacía tiempo no vivía.

sábado, 16 de abril de 2022

Mirando al norte, desde el piso once, se ven los aviones despegando hacia los cuatro puntos cardinales. Pucará urbano de colores sepias y rojizos que invita a perderse contemplando el cielo infinito. La calma que siempre nos trajo el paisaje, fue un día sobresaltada por una mancha fucsia. Unos lejanos vecinos habían decidido instalar un estridente toldo en su balcón. Imposible no verlo, atraía nuestra mirada como un imán, con su chillona estridencia. Planeamos entonces averiguar la dirección del edificio y presentarnos como representantes de diseño urbano, para obligarlos a retirarlo inmediatamente, bajo amenazas de ser multados. Pero no llegamos a tanto. El sol de los atardeceres se dedicó con paciencia a desgastarlo, como había hecho con el resto de los toldos vecinos, y nuestra mirada fue integrándolo amorosamente. Sólo era cuestión de esperar que sucediera.





domingo, 10 de abril de 2022

El micro que tomo para ir a Punta Alta va por la Ruta 3 y a eso de las 5:00 am llega a Coronel Pringles. La pequeña ciudad duerme todavía y me gusta contemplar las casitas bajas de la ancha avenida de ingreso. Me siento feliz en ese momento ya que faltan unas dos horas para llegar a destino. Cada tanto, cuando me siento triste rodeada de cemento, recuerdo a Celeste Carballo y su antigua canción. 

https://www.youtube.com/watch?v=Kifam6r3YC8

sábado, 2 de abril de 2022

Un mediodía, de hace cuarenta años, al salir del colegio, mi amiga y yo nos enterábamos que estábamos en guerra. Al vivir en una ciudad lindante a la base militar, en donde la mayoría de nuestros familiares trabajaba, eso nos involucraba de alguna manera a todos. Recuerdo las noches en las que oscurecíamos con frazadas las ventanas, para que no se vieran los rastros de luz, y la vez en que mi papá se animó a salir de noche con el auto, después de pintar de oscuro los faros.  En medio de la confusión de informaciones, predominaban las que auguraban triunfos históricos. Recuerdo entonces la voz de mi madre, repitiendo todo el tiempo que esa maldita guerra era una absoluta locura, y que nos estaban engañando vilmente. El tiempo le dio la razón. Charly García cantaba de fondo y aunque no terminábamos de entender sus letras, era el comienzo de tiempos de empezar a descubrir la oscuridad de una época, de la cual nadie nos había hablado.

domingo, 27 de febrero de 2022

 -esos días en que salís con paraguas de casa, empieza a llover y lo abrís contenta, y a las cuatro cuadras te das cuenta que la gente te mira raro porque dejó de llover hace rato y seguís con el paraguas abierto-

jueves, 24 de febrero de 2022

 Sabemos que hoy es un día triste, una nueva guerra empieza, y nos deja desolados.

Tal vez por eso, quiero compartirles unas imágenes de paz que tuve en estos días.

Sentada en la plaza, veo venir a dos adolescentes. De andar suave, de la misma edad, vestidos de gris, de negro, de blanco, cada uno lleva entre sus brazos una almohada. De buena calidad y envuelta en una bolsa, todo indica que es recién comprada. La sensación de paz con la que caminan es la de los que tienen la seguridad (al menos provisoria), de quienes saben adónde van y están felices con eso. Uno de ellos se abraza a la suya como si fuera un viejo muñeco de paño de su reciente infancia. A dónde van es un misterio. Aunque puedo presentir que esas almohadas son una suerte de puente hacia un mundo de mayor libertad. Se pierden de a poco en la plaza, mientras los sigo con la mirada y comienzo a escribir estas líneas.



 Hace más de diez años que estoy en pareja con un coleccionista, y tengo que reconocer que me llevó mucho tiempo comprender la esencia de es...