A veces me
parece que soy un pájaro percibiendo el cambio de luminosidad de la tarde, la
leve brisa que anuncia la lluvia cuando vuelan de un lado al otro para
resguardarse en sus nidos. Cada mañana reciben el día con agradecimiento,
mientras cantan con toda el alma. Lo despiden por la tarde en una antigua
ceremonia nostálgica, quién sabe si tienen certeza de que habrá otro amanecer
para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario