Castalia conoce un hueco secreto, por donde se desliza hasta el centro del mundo. Allí hay una hoguera que está siempre encendida, y ella se encarga de reavivarla todas las noches, para que el planeta irradie amor y vida para todos sus habitantes.
Es lindo sentarse al lado del fuego. Castalia agrega algunas ramitas que lleva consigo y aprovecha el tiempo para peinarse despacito, mientras sueña con un mundo de colores brillantes y seres bondadosos, con quienes jugar.
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