jueves, 27 de junio de 2024

 Ahora hay que hacer esto y esto y esto. Siempre hay algo que hacer. Aprovechar el tiempo. Ser útil y productivo/a. Y si tenemos una sensación de vacío, ante la duda, distraernos o consumir. Tapar el vacío, ese lugar adentro nuestro en donde tal vez, podríamos hacer alguna pregunta complicada, que nos pusiera incómodos: ¿por qué hacemos lo que hacemos?, ¿para qué estamos?

La angustia puede acecharnos entonces; tal vez, intentar mirarla de frente podría ser una alternativa, no para lograr darle una respuesta desde nuestra racionalidad cotidiana. Tal vez,  podríamos abrazar el misterio de nuestra propia existencia, ese espacio sin tiempo al que pertenecemos cuando nos dejamos ser, cuando se callan las voces que nos dan órdenes, incluso la nuestra y somos algo muy chiquito, pero parecido a un dios.

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