Es tiempo de tender redes, puentes, de crear estructuras, aunque sean mínimas. Como esos castillitos de naipes que hacíamos solo con dos cartas que se sostenían una a la otra, y así seguíamos construyendo torres y ciudades. Cada cual sabrá en qué lugar puede hacerlo, con quién o con quiénes. Poder creer en aquello que nos hace humanos/as, que sigue existiendo, que nos da sentido, tener un sueño, un deseo que sea posible, que no nos lo puedan arrebatar así de fácil. La mano amiga, aunque sea una, o dos, que acompañe.
martes, 28 de mayo de 2024
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Como el colectivo se detuvo, pude ver con detalle la escena. Un hombre caminaba lentamente de la mano de una niña, de unos cuatro años, que...
-
Hasta dónde se expande una sonrisa? Si se pudieran fotografiar las milésimas de segundo durante las que unos labios, unos ojos, los músculos...
-
Cada tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo...
-
Siempre es bueno volver a Xul Solar. Pintor, astrólogo, mago. Su casa museo, Pan Klub, en la calle Laprida, es una especie de templo al q...
No hay comentarios:
Publicar un comentario