Hacía días que no salía a la calle y hoy cuando lo hice, sentí como si estuviera frente a una persona que hacía tiempo no veía y había envejecido. Los árboles se veían casi ancianos, con colgajos de hojas, alfombras ocres pisoteadas al descuido, una atmósfera grisácea, el aire espeso como si una lluvia de lágrimas no se animara a caer. El invierno estaba llegando y yo no me había dado cuenta.
martes, 21 de mayo de 2024
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Como el colectivo se detuvo, pude ver con detalle la escena. Un hombre caminaba lentamente de la mano de una niña, de unos cuatro años, que...
-
Hasta dónde se expande una sonrisa? Si se pudieran fotografiar las milésimas de segundo durante las que unos labios, unos ojos, los músculos...
-
Cada tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo...
-
Siempre es bueno volver a Xul Solar. Pintor, astrólogo, mago. Su casa museo, Pan Klub, en la calle Laprida, es una especie de templo al q...
No hay comentarios:
Publicar un comentario