Hoy a la mañana en mi pintura aparecimos nosotrxs, circulábamos ayer, entre redes confusas y pantallas. Pero hoy, con la lluvia fresca de la mañana nos fuimos reencontrando.
Mi vecino, desde su balcón, me ayudó a entender que tenía que respirar el aire de la mañana. El lo hacía tranquilo, mientras los pájaros cantaban bajito. Veremos cómo sigue.
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