domingo, 13 de octubre de 2019
.....entonces sentí que en la superficie de la piel tenía algo así como dos alambrecitos muy finitos, y que ese pequeño acontecimiento los había separado un poquito, lo mínimo. Sin embargo, estaban anclados muy profundamente en una zona vital y ese desplazamiento repentino fue increíblemente doloroso. Debería haberme acostumbrado a esta altura de la vida a que estas cosas sucedieran. Sin embargo, siempre duele como la primera vez. Tal vez más, porque en la primera hay una suerte de atontamiento, y por otro lado la piel estaba sana. Hay heridas que no cicatrizan nunca. Solamente puede protegerlas un bálsamo amoroso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Está lloviendo, pero entre las nubes recién se asomó el sol, alguien martilla cerca de mi ventana, suenan las campanas de la iglesia del ba...
-
Cada tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo...
-
Hasta dónde se expande una sonrisa? Si se pudieran fotografiar las milésimas de segundo durante las que unos labios, unos ojos, los músculos...
-
En algún lugar debe haber un basural dónde están amontonadas todas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario