Ser
laguna, receptiva,
la de oleaje suave, no pregunta, ofrece sus aguas que guardan secretos y penas,
lágrimas nocturnas. Espejo de cielos. Lagunas oscuras en la noche, custodiadas
por gatos, velan sus orillas cuando todos duermen. Silenciosas. Ser laguna que
espera las lluvias para subsistir, estoica, con alma de lodo y negrura
infinita, femenino eterno, absorbe el misterio de la vida ausente.
-foto: laguna de Chascomús-Pcia de Buenos Aires-Argentina.
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