Una hamaca blanca y otra amarilla en medio del patio de rosa
y parral. Haciendo piruetas desde el suelo al cielo y luego saltando desde el
cielo al piso. Girando y girando sin pausa y sin freno en aquél desborde de
niñez y tiza. Rayuela borrosa que una vez salté sin pisar las rayas.
martes, 9 de abril de 2019
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