Cuándo sucedió. En qué momento. Cómo fue que mi yo se
divorció del flujo mismo de la realidad. De la vida cotidiana. Desde ese
día, o tal vez desde ese momento, pude empezar a mirarme con
extrañamiento. Sentir que la verdad material me envolvía en sus tentáculos, pero
me era totalmente ajena. Como un río que perdió contacto con su afluente. Como
un mar inmenso en el cual ya no me hundo. Sólo floto por sobre él.
Rafael Bitrán
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