domingo, 17 de marzo de 2024
Tarde nublada, húmeda, no muy calurosa, en la Reserva Ecológica Costanera Sur. Poca gente. Perfumes vegetales y pájaros comunicándose entre los árboles. Ramas oscureciendo senderos, cruzando sobre nuestras cabezas. Silencio. Cada tanto, paseantes más o menos bulliciosos. No caminamos mucho (la actividad continua está sobrevalorada: tener que llegar hasta el río, completar los circuitos propuestos por los carteles). Nos sentamos en un mirador, al lado de una laguna cubierta de una alfombra verde brillante. Contemplar solamente. Mariposas anaranjadas y azules nos sobrevolaban. Aves desconocidas a lo lejos y el agua circulando mansa. De nuevo el silencio. No hay que hacer nada más. Solo estar allí.
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