Hace tiempo habían traído a la panadería del barrio a una gatita. Corría de un lado al otro de la vereda, trepándose a los árboles. Era muy tierno verla desafiando alegremente el tumulto urbano, aunque nos preocupaba que fuera tan temeraria. Cuando fuimos hoy a la tarde, nos enteramos que la habían encontrado muerta. No sabían por qué. Le escapó al destino de gata doméstica. La vamos a extrañar, cada vez que pasemos por allí.
sábado, 24 de abril de 2021
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hace más de diez años que estoy en pareja con un coleccionista, y tengo que reconocer que me llevó mucho tiempo comprender la esencia de es...
-
El teléfono de línea llegó a mi casa en los 90. Hasta ese entonces, tenía que caminar veinte cuadras hasta la cabina de Entel, y hacer medi...
-
Hasta dónde se expande una sonrisa? Si se pudieran fotografiar las milésimas de segundo durante las que unos labios, unos ojos, los músculos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario