Está lloviendo, pero entre las nubes recién se asomó el sol, alguien martilla cerca de mi ventana, suenan las campanas de la iglesia del barrio y un zorzal gorjea a lo lejos. Aunque no lo esté viendo, debe haber un arcoiris por ahí.
Castalia despeinada
miércoles, 23 de octubre de 2024
Cuando una persona se levanta cotidianamente con un ataque de angustia y palpitaciones, puede llegar a naturalizarlo, tal vez crea que eso le pasa a todo el mundo en el momento de iniciar el día. Cuando una persona se despierta a la mañana y lo primero que piensa es cuántas horas faltan para volver a dormirse, tal vez crea que eso le pasa a todas las demás personas. Cuando ella no puede levantarse, o le cuesta salir a la calle, o interactuar con los demás, tal vez ellos le digan con todo cariño que haga un esfuerzo. Un esfuerzo. Que es lo que ella misma más quisiera hacer y no puede. Porque no tiene fuerzas. Porque tiene miedo. No hay recetas para acompañar a alguien que sufre de ansiedad o depresión, ataques de pánico, trastorno bipolar. Tal vez, entender que la voluntad abandona a veces a las personas, que se salen de cauce, ese en el que muchos parecen moverse con naturalidad o manifestando sus dolencias de otra forma. A todos nos puede pasar o podemos tener a alguien al lado con estas características, que pueden ser transitorias o no. Informarnos para saber acompañarlos es el primer paso, el otro buscar una buena ayuda profesional para el paciente y saber esperar. Y confiar.
martes, 22 de octubre de 2024
Prepararnos para salir con mamá, siempre fue un ritual. Un ir y venir entre las habitaciones y cada tanto al baño, para elegir una blusa, una pollera, colocar un dije en el cuello de la otra, subir un cierre, arreglarnos el pelo, ponernos un poco de rouge en los labios, un toque de perfume. Misteriosamente, nunca nos chocábamos. El espejo esperaba paciente el rostro de cada una de nosotras, que íbamos y veníamos silenciosas, en una suerte de danza que pacificaba el alma y nos preparaba para salir al mundo.
sábado, 24 de agosto de 2024
Como el colectivo se detuvo, pude ver con detalle la escena. Un hombre caminaba lentamente de la mano de una niña, de unos cuatro años, que apuraba el paso para estar a su altura. Él llevaba una bolsa con pan y otra de verdura en la mano, que se balanceaban con su paso. Ella tenía una pequeña mochila y conversaba con mucho interés, mientras él la escuchaba con atención. Yo miraba el cuadro desde la ventanilla, conmovida por el amor simple y profundo que compartían los que probablemente fueran padre e hija, que yo imaginaba de regreso a su casa. Adaptaban su marcha instintivamente para acompañarse, como debían hacerlo tantas veces, en complicidad silenciosa.
viernes, 23 de agosto de 2024
Al nacer, adquirimos progresivamente los códigos de la comunidad que nos recibe. Todo lo que la ciencia dictaminó hasta ese momento como verdadero, lo será para nosotros. Las explicaciones de la biología, la física, la matemática, modelarán nuestro pensamiento y algún marco religioso o filosófico nos tranquilizará. Observaremos la realidad, esa gran desconocida, desde determinada perspectiva histórica, ideológica. Siempre la literatura y el arte ampliarán nuestros grados de libertad.
Si somos lo suficientemente sabios, aprenderemos a vivir aceptando nuestras contradicciones y haciendo a un lado la racionalidad le daremos lugar a la magia y a la poesía. Entonces, volveremos a darnos a luz a nosotros mismos, una feliz mañana.
Comentario de Rafael-
No obstante, implicaría una LARGUÍSIMA charla de historia.
El Racionalismo, mas allá de sus propias limitaciones, contradicciones y reduccionismos, sacó a la humanidad de la ignorancia y el oscurantismo que aprovechaba la nobleza y el clero para oprimir a la humanidad.
La cuestión, es que luego se lo apropió la burguesía, como suyo, le impuso la lógica de la mercancía, le anuló la poesía, para someter a esos mismos explotados . Pero, fue un avancé importantísimo a todo nivel humano.
sábado, 6 de julio de 2024
Además de capricorniana, según las astrólogas, tengo reminiscencias neptunianas, que me hacen ser bastante despistada, y esta característica también se manifestó desde chica. Cuenta la historia que tenía un lindo ponchito anaranjado con flecos azules, al que amaba con devoción y hete aquí que el mismo se extravió en el ida y vuelta del jardín de infantes. Pasaron los días y no se supo más de él. Pero, también cuenta mi mamá que, una tarde le comento al pasar: ¿sabés que en el perchero del jardín, hay colgado un ponchito igual al mío?, bueno, no hay que decir nada más, como diría también mi progenitora en una de sus metáforas habituales: "si es una víbora te pica".
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En algún lugar debe haber un basural dónde están amontonadas todas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que ...