martes, 9 de diciembre de 2025

 Escondidas al fondo de un camino custodiado por árboles, se abren cada tanto las puertas del cielo para que podamos mirar hacia adentro, mientras esperamos el momento de atravesarlas. Un ángel nos cuenta que ese día se escuchará en parlantes la banda de sonido de nuestra larga vida, mientras nuestros seres queridos nos esperarán de pie a lo largo de una mesa inmensa, para festejar el comienzo de nuestra eternidad.

 En el perfume de las estrellas que un día existieron, quizás se refleje en un millón de espejos la imagen de los niños que fuimos. Tal vez en un rayo podamos viajar para abrazarlos, enseñarles un par de cosas, regalarles una armadura para los días difíciles y un talismán. Y decirles algunas palabras secretas con la promesa de volver a vernos muchos años después, para recordar  nuestras honrosas caídas y brindar por los cierres y los nuevos comienzos que siguen viniendo como las palomas de las ventanas, a cantar los días.



martes, 2 de diciembre de 2025

El pensamiento racional está en crisis. Muchas personas han perdido la confianza en la racionalidad de la ciencia y ponen sus esperanzas en el pensamiento mágico. La ciencia no ha logrado explicar muchas cosas y tal vez nunca lo consiga; creo sinceramente en que hay alturas, zonas del pensamiento en donde la ciencia se funde con la mística, como sucede en el diálogo entre los grandes físicos de nuestro tiempo, por ejemplo, con un líder budista, como el Dalai Lama, compartiendo concepciones filosóficas sobre el origen del universo. Pero yendo a algo más concreto y actual, no podemos olvidar que nuestra expectativa de vida aumentó, entre otros factores, por hallazgos farmacológicos como los antibióticos y las hoy cuestionadas vacunas. Así como un avión llegó en diciembre de 2022, trayendo a los campeones del mundo, recibidos por multitudes fervorosas, otro había partido, en diciembre de 2020, en busca de las primeras vacunas contra el COVID. Creo que fue un atardecer de Nochebuena en el que muchos/as, entre los/as que me incluyo, observábamos el cielo esperanzados/as. Y nos vacunamos. Y el COVID cedió. Como habían cedido tantas otras veces la viruela, la poliomielitis, la tos convulsa y el mismo sarampión que hoy nos acecha de nuevo. Increíblemente, aparece una diputada del PRO en el Congreso de la Nación, montando un espectáculo circense en donde se ve a una persona con el torso desnudo, en donde se "pegan" los celulares, debido a que está imantado como consecuencia de las vacunas. Yo me pregunto: ¿a qué grado de ignorancia hemos llegado? Como bioquímica, docente de química, farmacología y sobre todo microbiología, estas circunstancias me producen una profunda estupefacción y horror. Por eso apelo a que rescatemos las enseñanzas más valiosas que nos dejó y que nos sigue dejando la tan cuestionada Ciencia, tan vapuleada, desfinanciada, ninguneada, esa que nos asistió y nos sigue asistiendo en los hospitales. Parece que ya ni siquiera se espera de nosotros/as que tengamos un grado de formación mínima intelectual para poder comprender y discernir lo que es bueno para nosotros/as y separarlo de lo que no lo es. Mientras más ignorantes seamos, mejor. Y eso, parece ser que para muchos/as de los que nos gobiernan, y en escala mundial, es el objetivo principal.

viernes, 21 de noviembre de 2025

 

En el patiecito rojo, como lo llamábamos, debajo de la enredadera, teníamos con mi hermano nuestro improvisado taller mecánico. Nos dedicábamos empeñosamente a desarmar todos sus autitos de plástico, para luego sumergirlos en una palangana de metal, en donde los lavábamos en un desbarajuste de carrocerías, ejes y ruedas, que después era imposible compaginar correctamente. A unos metros nomás, papá, con los dedos llenos de grasa, armaba y desarmaba su querida Gilera, mientras un lazo cómplice y silencioso nos unía, en las mañanas de verano.

 

Todos los días, mi hermana Belén cruzaba el patio a media mañana, hasta lo del abuelito Germán. Con sonrisa tímida, iba a buscar el pancito que él le reservaba especialmente, mientras la recibía con alegría diciéndole: ¡Pajarita! Pequeño ritual que entre los dos crearon con la excusa de verse, gestos mínimos, puentes que conectan las almas.

 

Es alegre la feria de Parque Patricios los fines de semana. Alternan algunos artesanos, con los puestos que traen cosas de la salada y los de ropa usada, que son mis preferidos. Me gusta revolver en esos montones multicolores desordenados, en los que siempre encuentro algo.

Caminando por los pasillos soleados, escucho charlar a dos hombres, sentados en sus reposeras.

-va a estar linda la noche, van a estar bravos los mosquitos, tenemos que conseguir repelente.

-nada que no se arregle con una cervecita, contesta el compañero.

Los imagino bajo la luz de la luna, esquivándole al sueño, cuidando sus puestos, esperando el día en el que el sol salga de una vez para todos.

viernes, 19 de septiembre de 2025

 Quiero reflexionar sobre lo que significa la expresión para mí, tanto en la escritura como en el dibujo o la pintura. No elijo desde la consciencia lo que voy a hacer, es algo más sutil, es una intención, es un sentimiento, una forma de decir algo en ese momento y en ese lugar, que no puede ser otra. La voluntad casi no interviene. Demasiado intervienen la exigencia y la voluntad en mi vida para que invadan este espacio de libertad y juego. Así surgen los trazos, los colores, las palabras, desde un lugar tan propio como desconocido, sin objetivos definidos.

La vida me pide libertad y juego y este es mi espacio vital para tenerlo, para respirar.

Les pongo un bálsamo a mis heridas mientras algo nace. El arte alquimiza mi vida y mi vida crea alquimia con el arte.

 Escondidas al fondo de un camino custodiado por árboles, se abren cada tanto las puertas del cielo para que podamos mirar hacia adentro, mi...