domingo, 13 de mayo de 2018

A Rafael

Te enciendes feliz con la voz del niño y en cada bolsillo unas figuritas saltan del cartón. Buscan que las trueques, que cuentes su historia a quien quiera oírte y jugar con vos. La infancia tan vieja despierta de a poco desde cada libro que se acerca a vos. Y de allí recorre otro nuevo viaje, tal vez hasta el niño, a ese, al de hoy. Ese que te espera sin saberlo casi, de tarde y de noche, sus pasos veloces iguales a vos. Espera que vuelvan esos viejos tiempos, de agua y medialunas, de pelota y sol.

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