domingo, 9 de enero de 2011

Vida simple: tareas domésticas

Me gusta hacer las tareas hogareñas, poner algo de música y de a poco ir limpiando mi casa como si fuera limpiando mi alma. Ordenando aquí o allá y deteniéndome cada tanto para llorar un poco, si hace falta, cantar o también bailar. Cuando me pongo en cuclillas para sumergir el trapo en el balde con agua de aroma de pinos y lo enjuago varias veces, me siento unida a millones de seres que hicieron y hacen esas simples tareas domésticas, sobre todo a mis antepasadas mujeres, y siento que en esa simple acción pueden encontrarse bases de un auténtico camino espiritual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...