domingo, 9 de enero de 2011
Vida simple: tareas domésticas
Me gusta hacer las tareas hogareñas, poner algo de música y de a poco ir limpiando mi casa como si fuera limpiando mi alma. Ordenando aquí o allá y deteniéndome cada tanto para llorar un poco, si hace falta, cantar o también bailar. Cuando me pongo en cuclillas para sumergir el trapo en el balde con agua de aroma de pinos y lo enjuago varias veces, me siento unida a millones de seres que hicieron y hacen esas simples tareas domésticas, sobre todo a mis antepasadas mujeres, y siento que en esa simple acción pueden encontrarse bases de un auténtico camino espiritual.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay una sombra colectiva en la sociedad, amenazante. Es esa sombra, fruto del odio y la desesperación de la gente que siente que no importa...
-
Cada tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo...
-
La luz envejece en la habitación. Y yo, pidiendo una frase, una sola frase que me sirva de escudo entre tanta fiebre. Eso necesito para no ...
-
Hasta dónde se expande una sonrisa? Si se pudieran fotografiar las milésimas de segundo durante las que unos labios, unos ojos, los músculos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario