domingo, 9 de enero de 2011

Mi abuela Esperanza

La abuela tenía el pelo blanco y lacio. Usaba anteojos de marco grueso y cuando salía al patio a juntar la ropa se ponía un sombrero de paja que usaba desde la época en que vivía en el campo. Comía manzanas verdes, y le gustaba coser a máquina. Usaba vestidos con flores chiquititas, que ella misma confeccionaba. Era una solitaria feliz y hablaba como si estuviera cantando. No había mujer más alegre que ella cuando algunos domingos a la mañana la pasábamos a buscar con mi familia para ir al campo, a visitar a mis tíos y primos. Salía caminando despacito detrás de la reja, con el bastón en la mano, y una sonrisa semidibujada en el rostro. Mi abuela Esperanza. Me sorprendo a veces cuando me descubro en un gesto suyo. Para ella es este texto.

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