lunes, 27 de mayo de 2024

Me gusta caminar en sueños. Hay lugares que solo conozco de ese modo, y adonde vuelvo una y otra vez. Camino hacia atrás en un verde y sinuoso sendero, que finalmente se abre en un arroyo en donde me siento a descansar. Ese es mi lugar. Recorrí muchas veces los 30 km que separan Punta Alta de Bahía Blanca, ida y vuelta, paso a paso y así los hice míos. Caminar grandes distancias, sin apuro, nos hace tomar conciencia de nuestra fortaleza, de nuestra independencia, es un signo de libertad que los sueños nos permiten hacer sin cansarnos. Muy recomendable.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...