Cuando me pongo muy mal, por el clima político que estamos viviendo y cómo están abusando de nosotros/as, trato de recordar que hay niños/as que hay que ayudar a crecer y ancianos/as que cuidar, que hay pequeños jardines que atender, como el de mi ventana, y cuidarse de la desazón general, militar del modo que uno/a pueda, solidarizarse con los/as que vamos cruzando en el camino y están siendo más perjudicados/as, hacer lo que uno/a pueda y crea necesario. La solidaridad, esos lazos que nos hacen humanos/as, el seguir creyendo en el bien, la verdad, la belleza, el amor, es lo último que en definitiva nos salva en medio de la oscuridad. Y de última y como siempre, la música, la lectura de los grandes sabios/as e intelectuales que vivieron circunstancias espantosas y siguieron escribiendo, y creando para iluminarnos y darnos esperanza.
jueves, 28 de diciembre de 2023
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