Estoy pensando hace tiempo, quizás debido al aislamiento domiciliario de la pandemia, en espacios compartidos de trabajo y estudio. Pienso, claro, en las salas de lectura de las bibliotecas, estatales, populares, de clubes de barrio, centros culturales, idealmente con conexión a internet, (no excluyente), en donde pudiéramos estar solxs, pero acompañadxs. Los cafés son otra alternativa, pero en estos lugares nos vemos obligados a consumir, además de que a veces son ruidosos. Igualmente los amo. Y mirar por la ventana siempre ayuda a la reflexión. Pienso, nomás. En buenos aires veo edificios modernos en construcción que entre sus "amenities" ofrecen espacios de "co-working", lugares de uso compartido para este tipo de actividades. Más allá de los nombres extranjeros, me parece interesante la propuesta. Habría que ver si resulta.
jueves, 9 de septiembre de 2021
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