Siempre hay un día después, por lo menos, mientras uno está vivo. Hoy es el día después de navidad. Día en donde queda la sensación de que en las fiestas se genera un mandato histórico de felicidad, del cual es difícil sustraerse. Hay tensión por el temor de no estar lo suficientemente alegre y desentonar. Se trata entonces de comer, brindar y una serie de ritos paganos que nos enternecen y entristecen, alternativamente. En mi caso personal, no sé bien lo que se espera de mí, y creo que a muchos les sucede esto. Claro que hay personas con familias radiantes y otros con familias destruídas por distintos motivos. Yo estoy más o menos en el medio, aunque siempre preguntándome de que se trata todo. ¿Qué habrá detrás del espejo? Estén alertas, aún nos falta fin de año. Y desde ya les aviso que ese día cumplo años. Tendrán que soportarme.
sábado, 26 de diciembre de 2020
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