miércoles, 30 de junio de 2010
El huevo filosófico (Aldo Pellegrini)
Admitir como real sólo las apariencias sensibles equivale a reducir el mundo y limitar las posibilidades del hombre. Toda la historia de la ciencia revela una lucha permanente contra los límites que significan las apariencias de las cosas, con objeto de apresar lo que en última instancia constituye lo real. Pero esta última instancia, aunque parece estar al alcance de la mano, huye cuando se intenta asirla. Si los hombres de ciencia no tuvieran el íntimo convencimiento de que no hay límites para la realidad, todo camino de avance se habría agotado. Pero la ciencia que avanza por pasos, siempre plantea un nuevo límite. El surrealismo trabaja directamente sobre lo infinito concebido como concreto.
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