Siento que existe un lugar preciso, un centro de gravedad, un punto en el espacio hacia donde el Universo se mueve para encontrar el equilibrio perfecto, la Eterna Bienaventuranza. Un punto desde el cual se reabsorbe para renacer por siempre. Tal vez ese sitio esté dentro nuestro en los momentos de serenidad, de beatitud, de contemplación en nuestro océano interno.
martes, 12 de septiembre de 2023
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No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...
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La pintura, el dibujo, son profundos, oscuros, la palabra es la soga que me ayuda a emerger de las profundidades para poner claridad, aire,...
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