Deambulaba en la lluvia cuando se encontró con una gigantesca nomeolvides. Hacía frío. Separó con cuidado los pétalos y se acurrucó en la calidez del centro hasta dormirse. Por la mañana sacudió los restos de polen de su cabeza y prosiguió la marcha. Confiaba en el signo de las aves en el cielo. Ya no había nubes. Se adivinaba un arcoiris en el horizonte.
domingo, 3 de septiembre de 2023
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay una sombra colectiva en la sociedad, amenazante. Es esa sombra, fruto del odio y la desesperación de la gente que siente que no importa...
-
Cada tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo...
-
La luz envejece en la habitación. Y yo, pidiendo una frase, una sola frase que me sirva de escudo entre tanta fiebre. Eso necesito para no ...
-
Hasta dónde se expande una sonrisa? Si se pudieran fotografiar las milésimas de segundo durante las que unos labios, unos ojos, los músculos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario