sábado, 2 de abril de 2022

Un mediodía, de hace cuarenta años, al salir del colegio, mi amiga y yo nos enterábamos que estábamos en guerra. Al vivir en una ciudad lindante a la base militar, en donde la mayoría de nuestros familiares trabajaba, eso nos involucraba de alguna manera a todos. Recuerdo las noches en las que oscurecíamos con frazadas las ventanas, para que no se vieran los rastros de luz, y la vez en que mi papá se animó a salir de noche con el auto, después de pintar de oscuro los faros.  En medio de la confusión de informaciones, predominaban las que auguraban triunfos históricos. Recuerdo entonces la voz de mi madre, repitiendo todo el tiempo que esa maldita guerra era una absoluta locura, y que nos estaban engañando vilmente. El tiempo le dio la razón. Charly García cantaba de fondo y aunque no terminábamos de entender sus letras, era el comienzo de tiempos de empezar a descubrir la oscuridad de una época, de la cual nadie nos había hablado.

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