domingo, 30 de junio de 2019
A Víctor Sitá
Él es un poeta. Es un artista también, pero sobre todo un poeta, si es que se puede hacer esta división. Cierta vez, colgó la foto de una amiga que había fallecido en un lugar de la naturaleza alejado, y allí la dejó, bajo el sol, el viento y la lluvia, y luego de un tiempo volvió a buscarla y la enmarcó. Otra vez, me contó que decidió ir hasta la la altura de una avenida, correspondiente a la numeración de su año de nacimiento, para recoger algo que encontrara en la vereda, no importaba qué era. Lo que fuera iba a ser especial para él en ese día. Pegaba cuadraditos de papel blanco en los árboles por motivos secretos y recolectaba grullas que le regalaba un amigo. Después del trabajo iba a algún café,en donde escribía sus ideas sobre servilletas de papel. Y así inventó un método para ganar a la quiniela. Es uno de mis amigos más queridos y fue fundamental para que me animara a pintar a mi modo. Con él, aprendí a dialogar dibujando. Cuando entra a una habitación a oscuras, las luces se encienden. Doy fe de eso.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...
-
Cada tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo...
-
La luz envejece en la habitación. Y yo, pidiendo una frase, una sola frase que me sirva de escudo entre tanta fiebre. Eso necesito para no ...
-
El objetivo de esta entrada es proponer una pequeña experiencia visual. Preparen una ensalada de tomates, condimentando a gusto, con sal y a...
No hay comentarios:
Publicar un comentario