Se dice que una imagen vale por mil palabras, y seguramente, esto es válido muchas veces. Pero, ante determinadas circunstancias extremadamente delicadas, necesitamos palabras, y necesitamos que sean tan claras como agua de manantiales. Puede haber en nuestras decisiones políticas contradicciones, controversias. Podemos no identificarnos al cien por cien con la propuesta o los integrantes de una agrupación política, como la representada por Sergio Massa. Pero aquí, tras el dulce y tierno meme del león abrazando al inofensivo patito, se encuentra la amenaza de un Proyecto de país en donde la educación y la salud queden para los que puedan pagarla, en donde los trabajadores/as perdamos nuestro derecho a aguinaldo y vacaciones, en donde peligre el futuro de las Pymes, en donde se entreguen los recursos naturales a empresas extranjeras, en donde se vulneren y no se reconozcan derechos humanos por los que nuestra sociedad luchó largamente, durante 40 años, sin entrar en detalle sobre las monstruosas aberraciones que dijo el portador de la motosierra, como la ofensa al Papa Francisco, la venta de órganos y bebés, y cosas por el estilo. Me parece que acá está la verdadera contradicción, acá está el límite que debemos preguntarnos si estamos dispuestos a vulnerar. Acá es donde no debemos dejarnos engañar con ese burdo meme que pretende tratarnos de seres incapaces de analizar todo el conjunto de implicancias que tiene esta alianza en donde ambos integrantes han demostrado una indignidad pocas veces vista en el ámbito de la política argentina. En estos días estamos navegando en un sinfín de idas y vueltas, de declaraciones que pueden llegar a confundirnos. Los memes pueden divertirnos y ser simpáticos, pero tratemos de ir por detrás de ellos con profundidad y serenidad sobre lo que queremos para nuestro futuro y el de todos/as. Es mucho lo que está en juego.
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