El año pasado participé de una muestra de arte y feminismo, y lo que presenté fue un volante, cuyo texto había surgido a partir de un trabajo en una Tutoría con Nilda Rosemberg.
Repartí también este volante en distintas movilizaciones populares, sobre todo en las de los docentes, cuando el gobierno anterior avanzó sobre el cierre de los colegios secundarios nocturnos, también los repartí cuando tuvimos reiterados cortes de luz, en pleno verano.
Siento que el texto refleja lo que debemos hacer todxs los que en algún momento de nuestras vidas somos oprimidxs por distintas situaciones y sufrimos maltratos. Y muchas veces en vez de manifestarnos, implosionamos y terminamos sufriendo en silencio estas situaciones.
martes, 11 de febrero de 2020
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No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...
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La pintura, el dibujo, son profundos, oscuros, la palabra es la soga que me ayuda a emerger de las profundidades para poner claridad, aire,...
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