domingo, 11 de agosto de 2019
Las historias que más me gustan son las que nacen frente a una taza de café. Desconfío de las que se dan comiendo helado, ya que se tiene que estar pendiente de que no se derrita, de no mancharnos. La cerveza y el vino son muy buenos, pero en mi caso me hacen perder lucidez. Así que sobre todo, prefiero el café, con amigos.
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No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...
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La pintura, el dibujo, son profundos, oscuros, la palabra es la soga que me ayuda a emerger de las profundidades para poner claridad, aire,...
la del helado, esa nunca la pensé. toda, toda la razón
ResponderEliminarParecería que es así, no? Saludos!
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