miércoles, 26 de diciembre de 2018


Por suerte mis vísceras funcionan cada vez mejor cuando circulo por barrios de esplendor descarado, por circuitos comerciales obscenos y por ofertas aberrantes de pasatiempos costosos.
Vuelvo a mi casa, al silencio, tomo unos mates y de a poco las náuseas cesan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 Hace más de diez años que estoy en pareja con un coleccionista, y tengo que reconocer que me llevó mucho tiempo comprender la esencia de es...