sábado, 15 de junio de 2013
Invitación al movimiento
Cuando empiezo a moverme siento que a medida que mis articulaciones se despegan puedo pensar mejor. Los movimientos que van surgiendo las invitan a participar una por una, en movimientos pequeños, dándoles espacio. Intuitivamente, busco que predominen las formas naturales, sin forzar, sin movimientos bruscos, ni tironeos exagerados. Estoy segura. El sistema nervioso que inerva mis articulaciones me permite pensar (y sentir) mejor.
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No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...
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La pintura, el dibujo, son profundos, oscuros, la palabra es la soga que me ayuda a emerger de las profundidades para poner claridad, aire,...
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