viernes, 8 de julio de 2022

 Mamá no es una persona particularmente optimista. Más bien todo lo contrario. Sin embargo, a medida que va avanzando julio, en medio de sus conversaciones, año tras año desliza una tímida frase: "lo bueno es que ahora los días ya empiezan a ser más largos", y cita entonces a su madre y a mi papá, que sabían encontrar también la promesa de la primavera en el aire. Escucharla siempre me reconforta. "Un minuto por día" decía mi papá, un minuto más de luz. Socios en la esperanza de la pequeña alegría cotidiana.

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