Los científicos son hormiguitas. Como dijo Tomás, el Apóstol, necesitan tocar las cosas para creerlas. Se dedican a medir y explicar a través de instrumentos, que ellos mismos diseñaron. Elaboran modelos y teorías, que funcionan por un cierto tiempo, hasta que alguien genera una ruptura. Vuelta a empezar entonces. Los códigos están encriptados adentro de sus cerebros.¿ Podrán inventar la llave?
jueves, 20 de mayo de 2021
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No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...
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La pintura, el dibujo, son profundos, oscuros, la palabra es la soga que me ayuda a emerger de las profundidades para poner claridad, aire,...
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