domingo, 26 de enero de 2020


Colecciono cuadernos, sin renglones.

Silenciosas hojas que oscilan entre el vacío y la palabra. Entre el blanco y los colores.

Se apilan felices en los rincones y cada tanto se abren con timidez y osadía por las ventanas del verano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No recuerdo cómo fue que la Encíclica Rerum Novarum llegó a mis manos a fines de los 80, la leía con una mezcla de ilusión y respeto, el mis...