martes, 16 de julio de 2013
Tonos en el dibujo
La interacción de la mano con el lápiz puede ser una de las formas posibles de experimentar las variaciones del tono. Yendo de lo más intenso a lo más sutil, transitando una gama de variaciones de presión del lápiz sobre el papel, que tienen su correlato en un cierto tono emocional, que va variando al mismo tiempo. Finalmente, después de un rato de ir y venir, la cabeza se abandona y el dibujo nace.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay una sombra colectiva en la sociedad, amenazante. Es esa sombra, fruto del odio y la desesperación de la gente que siente que no importa...
-
Cada tarde, abríamos las ventanas para darle paso al tiempo. La casa tenía el rumor de los grillos perdidos. A veces, el color era el mismo...
-
La luz envejece en la habitación. Y yo, pidiendo una frase, una sola frase que me sirva de escudo entre tanta fiebre. Eso necesito para no ...
-
Hasta dónde se expande una sonrisa? Si se pudieran fotografiar las milésimas de segundo durante las que unos labios, unos ojos, los músculos...
Revisitando el blog, me detuve en las palabras finales: "Finalmente, después de un rato de ir y venir, la cabeza se abandona y el dibujo nace."
ResponderEliminarEn un extremo la cabeza -la idea- y en el otro la mano. Y es precisamente la mano la que de verdad "piensa" cuando de hacer visible lo invisible se trata. El gesto es el dibujo.
En estos días, estuve pensando en que pensamos con todo el cuerpo, con los huesos, los músculos, las articulaciones, las vísceras. Cuando los fluídos circulan armoniosamente, mejor calidad de pensamientos. Dibujaremos mejor?
ResponderEliminar